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miércoles, 28 de diciembre de 2011

Cambio Organizacional: la fábrica de aberturas

Pedro Dobrée
pdobree@neunet.com.ar

Lo que sigue es una descripción de una situación de cambio organizacional que servirá, espero. como caso práctico a discutir en clase
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Carlos Melinossi y Joaquín Matamala tenían una pequeña fábrica de aberturas de chapa y de aluminio en el centro de la ciudad. Habían empezado vendiendo aberturas provistas por una fábrica en Córdoba, cuyos dueños conocieron cuando ambos eran estudiantes. Pero luego de un par de años de ventas crecientes, decidieron instalar un taller propio y fabricar a pedido de sus clientes.

En la pequeña ciudad patagónica, el alto crecimiento poblacional y la aparición de varios arquitectos residentes en la región, provocó una creciente demanda de soluciones arquitectónicas distintas a las que podían ofrecer las aberturas estándar que vendían hasta ese momento.

Con un plantel de 5 operarios, los dos socios y una secretaria, la pequeña empresa pronto adquirió prestigio y sus ventas fueron creciendo.

Pero el mismo crecimiento de la ciudad que les proporcionó un mercado que acompañó su desarrollo, les obstaculizó el avance de sus actividades en el taller. Los ruidos de las maquinarias, la pintura pulverizada en los patios de los vecinos y las bajas de tensión que se producían cuando prendían los equipos trifásicos, produjo enojos  y quejas ante el Intendente, a quien se lo presionó para que aplicara la ordenanza de Planeamiento Urbano.

El cambio les vino bien. Adquirieron un predio amplio en el Parque Industrial de la ciudad y construyeron un edificio sencillo y de líneas modernas. Oficinas cómodas para ambos socios y para el sector administrativo que había crecido y una amplia y luminosa sala de exposición de productos y sector de atención de clientes. Atrás, el taller en donde se ubicó a la  fábrica con sus equipos y el almacén de los perfiles de chapa y de aluminio, más una buena cantidad de los restantes insumos; era aquí donde se producían las puertas y ventanas que ahora vendían a todo la región.

En total eran algo más de 30 personas las que trabajaban y ambos socios se sentían satisfechos por lo que habían logrado. Joaquín tenía dos hijos en la Universidad, el mayor estudiaba ingeniería y el menor había iniciado la carrera de la Licenciatura en Administración. Con Carlos imaginaban un futuro para la empresa en donde ambos chicos estarían al frente de las actividades en ella.

La empresa entró en una fase en la cual sus ventas, y resultados, crecieron “... pero con tranquilidad” sabía decir Carlos. Aunque el mercado era de vigorosa demanda, ingresaron a él  varios competidores nuevos y la participación relativa de la empresa comenzó a decrecer. Ambos socios coincidieron en que “…había que hacer algo, para volver a tomar la delantera que supieron tener”.

La idea evolucionó lentamente. Pero había aparecido en el mercado del Alto Valle un producto que hasta ese momento no era utilizado, aunque sí con experiencia en las zonas cordilleranas. El producto era un complemento de las aberturas vidriadas y se definió como un “panel de doble vidrio hermético”. Consiste en dos vidrios, separados por un par de milímetros que conforman un panel hermético. Es decir, esta sellado en los cuatro bordes y nada puede introducirse entre los vidrios.

El producto, reemplazante del vidrio simple, tenía ventajas en relación a la transmisión de sonidos y en cuanto a sus características térmicas. Sus vendedores argumentan un ahorro importante en el gasto de energía, tanto para calefaccionar en invierno, como para refrigerar en verano.

Muy de a poco el producto fue apareciendo en el mercado de la construcción de viviendas individuales y de edificios, tanto para departamentos como para oficinas. Los proveedores eran de la zona del Gran Buenos Aires y su costo, por el flete, era importante.

Iniciar la fabricación de estos paneles, “… nosotros los podemos fabricar y responder a cualquier reclamo del cliente en forma inmediata, pues los clientes están cerca” decían los socios, no era tan sencillo y requería de una inversión importante.  Pero además de lo apuntado, contaban con la ventaja de conocer el mercado local y el prestigio por más de 25 años de ventas. Luego de discutir varios meses, tomaron la decisión. Y armaron el plan, cuyo contenido fue esencialmente el siguiente:

a)       Seleccionar la máquina necesaria para el armado del panel de doble vidrio. Luego de analizar varias alternativas con diferencias de calidad, rendimiento, precios y financiación, se concluyó con una marca producida en Italia.

b)      Contratar un préstamo bancario a tasa subsidiada que había que tramitar con la embajada de Italia en Argentina, pues había una línea de crédito del gobierno europeo que facilitaba préstamos a empresas argentinas que adquirieran bienes de capital allí. Formalizar la compra, tramitar su embarque y luego retirar de la Aduana Argentina la máquina y sus accesorios.

c)        Discutir con el vecino, propietario de un predio contiguo en el Parque Industrial, que no era utilizado, y convencerlo para que se los venda. La argumentación para deprimir el precio era que al no estar utilizado el predio, la Municipalidad tenía derechos en cuanto a la posibilidad de quitarle la propiedad a cambio de una indemnización modesta.

d)      Diseñar, y luego construir sobre el terreno adquirido, una sala que sirviera de taller para el armado del nuevo producto. Además de las exigencias comunes para un edificio de este tipo, el taller debía contemplar la necesidad de estar presurizado y evitar el ingreso de aire contaminado (polvillo, humo) a los efectos de conservar absolutamente limpia, la cámara intervidrios.

e)      Capacitar al personal que se destinaba a la elaboración del nuevo producto.

f)       Capacitar al personal de ventas en cuanto a la comercialización de aberturas que ahora contarían con sus áreas vidriadas.

g)      Modificar el organigrama de la empresa en cuanto al sector de producción, para poder albergar los puestos que debían desarrollar las tareas de producción de la nueva línea. Se preveía un Supervisor y 3 o 4 operarios.



Consignas para el desarrollo de un T.P. a partir de este caso:

i)                     Informar las dimensiones: tecnológica, de estructuras y/o de comportamiento de las personas, en las cuales se estaban por producir los cambios.
ii)               comentar las razones que han provocado los cambios descriptos

iii)                   Indicar posibles puntos de resistencia

iv)                  En base al informe anterior, proponer una estrategia de superación de las resistencias.






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