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viernes, 21 de enero de 2011

“El General San Martin y la campaña Libertadora”




Estrategias en los Negocios: II parte
Lic. Leonardo N. Ibacache1
E-mail: leoibacache@hotmail.com

Introducción
En la primera parte de “Estrategia en los negocios2“ publicada en esta revista virtual se definió brevemente la concepción de estrategia y sus antiguos orígenes militares bélicos. Además se citaron a los exponentes más reconocidos en los ámbitos académicos e intelectuales, autores de las dos obras más significativas y más antiguas pero dotadas de una inmensa vigencia: “El arte de la guerra” de Sun Tzu (chino, vivió 500 a.C.) y “Sobre la guerra” de Karl Von Clausewitz (Prusiano, 1780 - 1831).
En esta oportunidad vamos a analizar al General San Martin, uno de los estrategas militares a nivel mundial más importantes de su época. Según algunos historiadores poseedor del record de “la marcha forzada de caballería más rápida en la historia militar del mundo”. La marcha comenzó la noche del 28 de Enero de 1813 en Retiro, Buenos Aires y finalizó el 2 de febrero en el convento de San Lorenzo donde se realizó la tan famosa batalla que lleva el mismo nombre. Incluso, el Combate del San Lorenzo es conocido además por ser la primera victoria del General San Martin en suelo argentino. En cinco días los granaderos a Caballo recorrieron 420 Km a un promedio de 80 Km. por día.
No es posible encontrar modelos de tal proeza en las guerras europeas de la época, asegura Piccinali, en las que una marcha forzada de caballería era hacer 100 Km. en dos días. Solo puede compararse con esta marcha forzada sanmartiniana la que realizó el General de Caballería James E. B. Stuart del Ejército Confederado (del Sur) en la Guerra de Secesión norteamericana, entre el 10 y 12 de 1862, calificada como asombrosa por los historiadores. Con 1800 hombres, Stuart vadeó el río Potomac desde Virginia (de Sur a Norte) recorriendo 208 Km. en tres días, con un promedio matemático de 70 Km. por día, aunque hizo 128 Km. en las últimas veinticuatro horas del raid. (Piccinali, 1984: 250-251)
Sin duda, la campaña Libertadora de San Martin es una de las más importantes en este extremo sur del continente americano e incluso del mundo.
A través de este articulo trataremos de analizar las estrategias utilizadas por San Martin en esta campaña con sus aciertos y errores, para luego llegar al análisis acerca del valor del empleo de una buena estrategia, en este caso aplicada en una campaña militar pero que bien podría ser la lógica utilizada en una campaña de publicidad o una campaña de crecimiento de mercado de una empresa.
Sin duda, la Campaña de General San Martin tuvo sus bemoles, teniendo en cuenta en principio el tiempo que duró la misma. Desde que asumió como jefe del ejército del Norte y gobernador de Cuyo en Abril de 1814 hasta que llegó a Lima (Perú) en Agosto de 1.821 transcurrieron 7 años complejos e intensos.
Objetivo final de la Revolución:
Conquistar la ciudad de Lima: el gran centro colonial, capital del Virreinato del Perú; allí se decidía y se ordenaba; allí se organizaban y equipaban las tropas realistas, y era allí de donde éstas venían a combatir al Alto Perú (actual República de Bolivia) y a amenazar Buenos Aires.
Planeación:
En todas las organizaciones, tal como lo definen Robbins y Coulter, la planeación: “consiste en definir las metas de la organización, establecer una estrategia general para alcanzarlas y trazar planes exhaustivos para integrar y coordinar el trabajo de la organización. La planeación se ocupa tanto de los fines (qué hay que hacer) como de los medios (como hay que hacerlo)”.
La planeación reduce la incertidumbre al obligar a los gerentes a mirar hacia adelante, anticipar los cambios, considerar los impactos de éstos y prepara las respuestas que convengan. Aunque la planeación no suprime los cambios ni la incertidumbre, los gerentes planean para prever los cambios y dar la respuesta más eficaz.(Robbins y Coulter,2005 :158-159)
Posibles cursos de acción de San Martín:
  1. A Lima vía la Paz, Alto Perú (Bolivia)
  2. A Lima vía Santiago de Chile
A Lima vía la Paz, Alto Perú (Bolivia)
El terreno: El camino hacia el Perú desde Bolivia significaba vencer la gigantesca cordillera oriental alto peruana, luego atravesar diagonalmente el Altiplano, y finalmente cruzar la cordillera occidental y bajar a la costa peruana haciendo 2800 kilómetros desde Tucumán.
La marcha desde el Norte argentino sería siempre en ascenso, a través de profundas gargantas en las cuales bastaría un alud desprendido de las cumbres para detener un ejército. Además el Altiplano resultaba una estepa inhóspita y demasiado lejana para esperar apoyo de nadie. Los abastecimientos serian precarios sin posibilidad de explotar recursos locales. El clima severo y los efectos de la altura sobre los hombres eran otros dos aspectos que empeoraban la perspectiva.
La situación política: En el Alto Perú la revolución de la independencia comenzó antes que en otras partes de la América española (mayo de 1.809, en la ciudad de Charcas, capital del país).
Las características que en realidad definieron el rol militar y político del Alto Perú durante la guerra de la Independencia fueron las siguientes:
  1. Estando situado entre los virreinatos del Lima y Buenos Aires y atravesando por su territorio el único camino transcontinental que los unía, jamás habría podido mantenerse separado o aislado bajo ningún tipo de gobierno (independiente o colonia). Por esto era necesario que por lo menos uno de sus vecinos le extendiera apoyo.
  2. Ninguno de los bandos podía considerar definida la situación de la guerra si no contaba con el Alto Perú.
  3. El inmenso complejo: meseta andina, cordilleras circundantes y valles, que por occidente llegan hasta cerca del océano Pacifico, constituye una fortaleza geográfica que, considerando los requisitos logísticos de la época, permitía además una plena autonomía.
A Lima vía Santiago de Chile

Chile, durante la colonia, constituía una angosta y larga faja geográfica casi totalmente aislada dentro del continente. Situado frente a la inmensidad del océanos Pacifico, tenía por detrás las barreras de los Andes; al Norte, el desierto de Atacama, que lo separaba de Lima, y al Sur, la zona Antártica. Por estas razones, en 1778, el gobierno de España había constituido en este país una entidad política diferente, denominada Capitanía de Chile.
El terreno: a principios del siglo pasado no existían caminos que atravesando la cordillera uniesen con la Argentina. El problema radicaba, principalmente en atravesar perpendicularmente la cordillera y caer sorpresivamente sobre Santiago. Su confinamiento geográfico hacia imposible que el enemigo reaccionara por el Sur y posible, pero limitadamente, por el Norte desde el Perú.
Una vez establecido un gobierno revolucionario en Chile y organizadas las fuerzas militares unidas, y en un marco de excepcional seguridad se podría crear una flota aliada y lanzarse a Lima. Los 2.500 kilómetros de recorrido marítimo evitaría desiertos y montañas, salvaría energía y sangre; la tropa no se desgataría.
La situación política: la revolución en Chile comenzó en 1810 en forma incruenta mediante la entrega del mando que hizo el Gobernador a una Junta Patriótica elegida en Cabildo abierto. Posteriormente, debido a disidencias entre los nuevos partidos, estalló una guerra civil, siendo el General O´Higgins jefe de uno de los bandos en pugna. La enérgica, aunque tardía, intervención armada enviada desde Virreinato del Perú cancela los movimientos después de aplastar las fuerzas patrióticas, que olvidando sus divergencias se habían unido en la batalla de Rancagua (1.814) y repone en el país el Gobierno español.

En relación a las empresas y a la evaluación cualitativa de las alternativas estratégicas Friend y Zehle nos comentan lo siguiente: “la planificación estratégica es un arte más que una ciencia”. Cuando se consideran opciones estratégicas, se deben examinar cinco áreas cualitativamente principales:
  • Consistencia: las alternativas deben ser consistentes con la visión, la misión y los objetivos que el negocio desea alcanzar. Cualquiera de las alternativas que no concuerden con esto deben ser eliminadas.
  • Validez: estas estimaciones pueden incluir la coyuntura futura de la empresa, la competencia, los clientes y los proveedores, y como reaccionaran a las estrategias alternativas.
  • Viabilidad: la empresa debe tener (o ser capaz de adquirir) la financiación, los recursos, los activos, la experiencia, la cultura y las capacidades para llevar a cabo esto.
  • Riesgo comercial: la rentabilidad sobre la inversión se relaciona con el riesgo, y todas las alternativas estratégicas llevan implícita alguna forma de riesgo. Estas también deberían incluir maneras de minimizar el riesgo potencial. La evaluación debería enfocarse en determinar si el riesgo de una alternativa estratégica se encuentra a un nivel proporcional con la rentabilidad anticipada.
  • Flexibilidad: en el acelerado y cambiante mundo de los negocios de hoy, una estrategia debe tener la suficiente flexibilidad como para trabajar en circunstancias de cambio. Si puede dividirse en una serie de opiniones que se pueden seleccionar, dependiendo de las circunstancias, esto constituye una ventaja considerable (Friend y Zehle, 2.008: 223)

El plan general de San Martin:
El criterio de fondo de San Martín, es el de la seguridad (Suarez, 1975: 37); por ella es que trata de evitar los grandes riesgos que en su accionar significaba la conducción de sus fuerzas al Alto Perú (Bolivia) y llegar al Bajo Perú (actual Perú) por Chile, actuando con mayor libertad de acción; pero en realidad total de la ejecución de su Plan resultó que si bien encontró inicialmente al Oeste de la cordillera un terreno y un enemigo más a su gusto, se presentaron luego otros obstáculos sucesivamente más complejos que habrían de superar sus medios y su capacidad.
Una vez que conquistó Chile de acuerdo con sus proyectos, encontró trabas económicas (debido principalmente a que todas eran economías nuevas en nuevas repúblicas) y políticas. Tras organizar el Ejército de los Andes (1.816) atravesó la cordillera venciendo en Chacabuco (1.817) y entró en Santiago de Chile, donde cedió a O´Higgins el gobierno que el cabildo le ofreció. Derrotado con O´Higgins en Cancha Rayada, su victoria en Maipo (1.818) consolidó la independencia en Chile.
En principio se requería una flota para transportar las tropas al Perú y apoyarlas antes y después de la operación. Esta se formó, la mayor parte en Chile, mediante confiscaciones, compras de buques usados a crédito y captura de naves españolas. Los marineros fueron improvisados sobre la base de soldados de ejército con oficiales ingleses y norteamericanos aventureros.
A medida que el volumen de las fuerzas crecía, las necesidades financieras para su manutención se hacían proporcionalmente más pesadas y gravaban en forma insostenible la economía chilena, que tenia que mantener también al Ejército argentino.
Si se analiza los dos planes de acción posibles, se puede comprobar que San Martín al elegir el Plan de acción por Chile, cambio problemas tácticos para los cuales se pueden siempre encontrar soluciones, por problemas estratégicos, logísticos que disminuyeron sus medios y demoraron sus acciones. Cambio las dificultades que le presentaba el Alto Perú por presuntas facilidades que pensó encontrar en Chile y posteriormente Perú. En lugar de decidirse por una campaña en Alta montaña en la cual era posible contar con el pueblo ya movilizado, eligió una operación anfibia sin haber calculado antes ni los medios que necesitaban ni las fuentes de abastecimiento.
Por fin, el 20 de agosto de 1820 el General San Martín sale de Valparaíso, Chile con destino a Pisco en Perú, a unos 200 kilómetros al sur de Lima con una escuadra marítima al mando del inglés Cochrane. En esos días San Martín le escribía a O´Higgins: “Mi objeto es bloquear a Lima por la insurrección general y obligar a Pezuela (virrey del Perú) a una capitulación … Lima estará en nuestro poder a los tres meses de la fecha”.
Pero no fue tres meses el tiempo que duró la campaña, sino de más de cuatro años, ni fueron sus heroicos soldados los que habían de culminarla; casi todos murieron en los campos de batalla o en los hospitales. San Martín entraba en Lima un año después de su predicción, sin disparar un tiro, el 9 de julio de 1821, porque el mando español cedió la ciudad para reforzar sus posiciones en la montaña. El 28 de julio es proclamada en acto público la independencia del Perú.
La realidad geográfica le demostró al General San Martín, ya muy tarde, que había equivocado el camino y también los medios; pues su adversario abandono la costa y se ubicó definitivamente, en la altiplanicie y en sus bordes occidentales sin recibir ninguna ayuda de su metrópoli resistió hasta 1.825.
Si San Martín hubiese penetrado en la meseta altoperuana partiendo del Norte argentino, se habría hecho dueño de la cordillera, y con ello invertido los papeles para dominar la situación para llegar a una decisión favorable, sea por la destrucción de las fuerzas rivales sea por el abandono definitivo que habrían hecho del territorio peruano (Suarez, 1975: 53).
Por otra parte, en términos objetivos, puede decirse que la campaña Libertadora de San Martín fue exitosa, dado que alcanzó los objetivos de su plan planificados desde antes de 1.814 más allá de sus desaciertos.

En una empresa, tal como lo define O´Hara: “si uno no sabe a dónde va, seguro que acaba en cualquier sitio”. (O´Hara, 1993:114) por ello es importante contar con una minuciosa planificación a través de un plan empresarial, él cual tiene las siguientes características:
  1. La planificación marca la senda que se ha de seguir. Hace que el futuro sea lo que lo que planificador desea.
  2. Es la guía más importante para la puesta en marcha, consolidación y gestión de una empresa próspera.
  3. Es la mejor herramienta que hay para ayudar a una pequeña empresa a captar dinero.
Por otra parte, aunque la planificación es crítica para el éxito, hay otros obstáculos que dificultan la planificación, entre los que se pueden incluir los siguientes:
  • Falta de conocimientos técnicos: a veces es difícil conocer la forma de planificar y lo que hay que planificar.
  • Temor a lo desconocido. Bastante difícil es acometer los problemas de hoy, para encima tener que preocuparse de lo que vaya a ocurrir en el futuro.
  • Inexactitud. Incluso los planes mejor concebidos no se suelen materializar exactamente de la forma en que se esperaba que lo hicieran.
San Martín, debió sortear a lo largo de su campaña todos los obstáculos antes planteados sobretodo en lo relacionado a conseguir continuamente fuentes de financiamientos diversas y con respecto al tiempo, lidiar entre lo previsto y lo realmente ocurrido
En la actualidad, toda empresa existe con un propósito. Ese propósito es su “misión” y todo lo que haga se dirige por lo general hacia el cumplimiento de esa misión. La planificación estratégica es un proceso mediante el cual las personas clave de una organización pueden:
  • Definir o volver a definir, la misión de la empresa.
  • Evaluar la situación actual
  • Decidir lo que desean que sea que la empresa sea dentro de 3,4 o 5 años.
  • Trazar un Plan de actuación que lleve a la empresa desde donde se encuentra hasta donde deseen que éste. (O´Hara, 1.993: 170-171)
Claramente, tal como lo plantea Suarez: “lo que realmente importaba era conquistar la capital del Virreinato del Perú, sin interesar por dónde ni como se llegara. Con ella en poder de las fuerzas independientes se habría asegurado recién la independencia argentina y la de los países vecinos”. (Suarez, 1.975: 12) Al respecto de San Martín el historiador Vicuña Mackena comenta lo siguiente: “San Martín no tenia otro pensamiento, otro anhelo, otro trabajo, que el de la organización de un expedición contra Lima, sin cuya caída él juzgaba, con alto y acertado juicio, que jamás la América española podría conquistar su independencia. Chile no era para él ni un desenlace ni una conquista; era simplemente una ruta militar que le era preciso seguir hasta golpear las puertas del poderoso virreinato…. No fue un hombre, ni un político, ni un conquistador, fue una misión” (Suarez, 1975: 35)

Bibliografía utilizada:
  • Friend, Graham y Zehle, Stefan (2008) “Como diseñar un plan de negocios” Ed. El Comercio. Perú.
  • O´Hara, Patrick (1993) “El plan empresarial integral”. Ed. Espasa Calpe Argentina. Buenos Aires.
  • Piccinali, Héctor Juan - Coronel (1984) “Vida de San Martín en Buenos Aires”. Ed. Instituto Salesiano de Artes Gráficas. Buenos Aires
  • Robbins, Stephen y Coulter, Mary (2005) “Administración” Ed. Pearson Educación. México.
  • Suarez, Juan Lechin (1975) “Estrategia del Altiplano Boliviano” Ed. Biblioteca del Sesquicentenario de la República. La Paz, Bolivia.


1 comentario:

  1. Lic. Ibacache: Sus comentarios sobre la expedición de San Martín desde el punto de vista estratégico, son interesantes y aportan también algunos conocimientos históricos que yo no tenía.
    La liberación de Chile puede considerarse un medio, en el sentido de la cadena de medios a fines.
    En la selección de alternativas para lograr un fin, es necesario además considerar algunas limitaciones externas. La alternativa del Alto Perú tenía estos inconvenientes. Cuanto fue lo que San Martín tuvo en cuenta no lo sabemos, pero la ayuda de la población al ejército que transitaba por los altiplanos por esa vía, no sería tan efectiva, porque el prestigio de las tropas de Bs. Aires, los “abajeños, era muy mala por los errores y las salvajadas cometidas por ellas; con la probable excepción de la expedición de Belgrano.

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